Extrañamientos espejados
ALMANAQUE AUTÓMATA: Veru Iché y Jaime Compairé
Del 1 de diciembre de 2011 al 28 de enero de 2012
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| Veru Iché. Olga. Serie Girlies, 2011 |
Desde 2007, la galería intenta aglutinar a creadores que exploren y/o dinamiten las limitaciones de la fotografía. Esta exposición es una bi-personal donde encontramos espacios diferenciados para ambos artistas.
Las damas primero. A la izquierda comenzamos con la obra de Veru Iché (Mar de Plata, 1972; trabaja en Palma de Mallorca) que con sus collages de fotos y textos manuscritos sobre paños manchados por el uso, narra pequeñas historias que una vez leídas comenzamos a sospechar como inciertas. Ella misma admite[1] que intenta camuflar estas imágenes ficticias como si fueran recuerdos reales. Hay un juego consciente entre la ficción, la imaginación y el realismo que la fotografía en blanco y negro imprime a las imágenes. Obviamente hay una doble intencionalidad en apelar a los recuerdos de infancia, al álbum familiar y luego re-contextualizarlos en un escenario contemporáneo, con objetos que provocan extrañamiento, como animales, juguetes e iconografía religiosa. Nos estamos enfrentando a un replanteamiento de la fotografía como documento, como material probatorio de la realidad, para entrar en el campo de lo trucado, de la fantasía, de lo teatral y lo onírico.
Enfrente tenemos la obra de Jaime Compairé (Huesca, España) quien también se apodera de imágenes de la iconografía familiar para intervenirlas directamente con técnicas de la pintura y el grabado. Es interesante el contraste entre estas imágenes aparentemente inocentes, contenedoras de un pasado idealizado como la niñez o mujeres que hoy imaginamos abuelitas, e inserciones cínicas (como El puto amo o Robótica) y a ratos perversas, como en Hermanos Morán, que habla del tema del incesto. En un derroche de buen humor y crítica a la burguesía más rancia, Compairé mezcla en El ama de cría de Matt Groening a iconos de la (baja) cultura popular contemporánea como es Bart Simpson. Pero lo más interesante de este artista es en mi opinión su escultura. Especie de collages en 3D, influencia no negada del surrealismo, Compairé encuentra en la manualidad del pequeño formato y la combinación entre recortes fotográficos y bloques de madera, un medio expresivo eficaz. Al igual que Veru Iché, parece tener cierta inclinación por lo fantasmagórico (La gata montesa) y una particular obsesión por lo gemelar (Las Siamesas Telépatas). Ambos usan la técnica del giclée[2] en la mayoría de sus obras, que son todas de 2011 y ediciones muy breves (entre 7 y 15).
Llamó mi atención - en la parte trasera de la galería- la serie de Veru Iché de las Santas, criaturas a medio camino entre el travestismo y Lady Gaga, que representan la bipolaridad de la santidad y los defectos humanos.
Es evidente la conexión entre ambos artistas. Hay una sensibilidad compartida por la pequeña escala, los recuerdos, las visiones fantasmagóricas, la familia como unión y yugo, un regodeo en lo onírico y lo satírico.
No me gustó, sin embargo, la presencia del precio de las obras en las cartelas. Hay ya una lista de obras y precios para ese fin, no hay porqué hacer tan evidente el carácter comercial del espacio cuando se trata de que en primer lugar valoremos la obra como tal. Esperemos que esta muestra sirva para impulsar la carrera de estos dos artistas, que bien merecen ser parte de un sistema del arte en el cual las galerías son solo una pequeña parte.
Lillebit Fadraga, 3504 c/e
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