Cosas a tener en cuenta

Martin Creed Things/Cosas
Sala de Exposiciones Alcalá 31, Madrid
15 de diciembre de 2011 al 26 de febrero de 2012
Obra No. 88, Una hoja de papel A4 hecha una bola (1995)

Cosas, primera exposición personal de Martin Creed (Wakefield, 1968) en Madrid comenzó como empiezan las buenas cosas, hablando. En la charla informal que sostuvo antes de la inauguración con la comisaria de la muestra Carolina Grau y el público hubo de todo, desde filosofía combinada con un derroche de modestia, pasando por el cínico humor inglés, hasta un improvisado concierto a guitarra. De este modo la lógica de la exposición se abrió como un regalo a los sentidos, sin embargo, no hacía falta haber estado en la charla, ni siquiera conocer su obra con anterioridad para hacernos una idea bastante certera del trabajo de Creed, premio Turner en 2001, y uno de los más reconocidos artistas de su generación a nivel internacional.
Creed tiene un gancho que cautiva desde el primer instante: llama a sus obras por el número consecutivo de su realización. Añade usualmente un subtítulo que describe la obra con fidelidad, a manera de manual de instrucciones. Algunas piezas son en ese sentido muy simpáticas: Obra 159, Algo en medio de la pared, por ejemplo, consiste en un folio A4 colgado en medio de la sala, donde exhibe un mural realizado con emulsión que es interrumpido por la presencia de este folio enmarcado, con esa única frase, o la palabra en neón que da título a la muestra: Things.[1] Y con ella me gustaría señalar un punto clave en el trabajo de Creed, la mayoría de las obras en esta muestra, que datan desde 1989 hasta el presente, realizan guiños a la historia del arte. Encontramos sus site-specific (realizadas para Alcalá 31), que son pinturas murales con referencias al movimiento Color Field, o la obra de los conceptualistas Sol Lewit o Daniel Buren, y sin embargo todas realizadas con brocha gorda, sin acabado. Son críticas tácitas al sistema del arte contemporáneo, al endiosamiento de figuras claves, sus maestros, pero también aquellos a quien el medio del arte espera que “supere”.
Nada más alejado de sus intenciones. Creed dijo: “Mis obras de arte en esta exposición son como pequeñas gotas en un océano, pequeños experimentos que hago…” y en otro momento “la vida se puede dividir en dos, los momentos en los que piensas y los momentos en que no estás pensando”. Su Obra No. 88, Una hoja de papel A4 hecha una bola (1995), o las muchas otras donde el papel es protagonista, son un reflejo de su interés por develar lo que no está calculado y que es precisamente genial por espontáneo. El acto de desechar un folio y convertirlo en la obra de arte es muestra de su interés en lo procesual, y nos provoca la curiosidad de conocer qué se tiró y qué se aceptó. Es un retrato de ese terrible momento de toma de decisión, de juicio crítico del artista ante su obra. O sea que en un momento en el que aparentemente no se piensa se puede estar realizando un acto de profunda introspección, determinante quizás en el resultado final.
Como en la Obra No. 129 Una puerta abriéndose y cerrándose (1995) usted puede elegir si sale o entra, si encuentra este tipo de arte insignificante o demasiado literal. Le invito a que se quede un rato más en la sala, observe detenidamente, trate de encontrar en estos objetos y materiales de uso cotidiano la esencia artística que está en todas partes. Hágalo sin prejuicios y no se arrepentirá. A fin de cuentas y como resume el artista en una de sus ecuaciones teoréticas: El mundo entero + una obra = al mundo entero.[2]
Lillebit Fadraga
3500 c/e


[1] Cosas, en inglés. Se trata de la obra No. 251, de 2001
[2] Obra No. 143. The whole world+the work=the whole world, 1996

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