"POCO FOCO Y MUCHO FLU"



Almanaque Autómata. Jaime Compairé y Veru Iché. Blanca Berlín Galería, c/ Limón 28, Madrid. Desde 1/12/2011- 28/02/2012

Sabíamos que lo autómata se relaciona con cuestiones mecánicas y robóticas pero no que los almanaques tuvieran movimientos o vida propias. Parece ser que un título como Almanaque Autómata suena bien, aunque cree determinado desconcierto y perplejidad; algo que no sólo concierne al título sino que se extiende a las obras que subscribe.

La exposición dual compuesta por Jaime Compairé y Veru Iché reúne una treintena de obras propuesta por el equipo de la galería, tal y como viene haciendo desde que tuviera lugar su apertura en el año 2007. La unión de ambos artistas, los cuales no tienen relación entre sí, pretende mostrar sus similitudes estéticas. Los dos materializan su obra a través de una “estética onírica, surrealista y de fantasía”, en palabras de la propia galerista, además de interesarse por los mismos lenguajes, una técnica mixta entre pintura y fotografía.

En las paredes de la pequeña sala, amenizada con música de jazz de los años veinte, se disponen, de manera aglomerada y casi sin distancia, a derecha y a izquierda las obras de Compairé y de Iché respectivamente. El flanco dedicado a Compairé (Huesca), artista plástico, diseñador, creador de series de televisión, fotógrafo, publicista y escritor, se debate entre la pictografía, también denominada pintografía o fotopintura, y las esculturas. Su gusto por Velázquez -o más bien una admiración- debió quedar en su etapa de infancia y, por el contrario, el artista se ha inclinado hacia un arte menos refinado. El uso de la fotografía como base de sus obras sobre las que luego interviene con pintura y rayones en zonas puntuales, o con Photoshop –del que él es tan partidario-, da como resultado una obra atractiva y agradable a la vista de influencia vintage, debido al uso excesivo de imágenes antiguas, familiares y cromos, distinto al acento pop desarrollado en la exposición conjunta con su hermano Íntimos desconocidos (2007) en la misma galería. Sus esculturas que parecen tener la pretensión de objets trouvés realizadas con materiales de desecho, parafrasean un edulcorado dadaísmo o surrealismo creando personajes pasados de moda, La boda de la Srta. San Hipólito traerá cola (2011).

Mientras tanto, Iché (Argentina, 1972), influenciada por el cine de autor a instancia de su padre e interesada en la muerte, se dispersa en creaciones fotográficas, también retocadas, de mundos fantásticos y lejanos protagonizados por mujeres y niñas, acompañados en ocasiones por cuentos escritos sobre telas desgastadas, Serie Estampas (2011). Su empeño por aunar presente y pasado mediante la fotografía trae a la memoria el discurso desarrollado por Barthes en La cámara lúcida (1980) sobre el índex fotográfico, pero nada más lejos de la realidad. Son simples imágenes estéticas que ya venía experimentando anteriormente, como las mostradas en la exposición Confieso que invento sueños (2009) junto al artista Dikaiakos.

Y es que la autobiografía psicoanalítica (¿de ahí el título de Almanaque?) es la protagonista de la muestra. Una exhibición en la que el decorativismo no brilla precisamente por su ausencia. Las sistemáticas manchas de color y las incorporaciones de textos descriptivos con veladuras de poesía bien podrían ser un reclamo para las multinacionales de interiores y los particulares desinformados con aires de snobismo. Son creaciones difusas no dirigidas a una lectura crítica del arte. Como bien decía Campoiré en una entrevista, son obras con “poco foco y mucho flu”, algo que una galería especializada en fotografía moderna contemporánea debería replantear.

Carmen Gaitán Salinas

0 comentarios:

Publicar un comentario