TOMARLO COMO ESTÁ Y QUE SIGA RODANDO

“TOMARLO COMO ESTÁ Y QUE SIGA RODANDO”
Tras los grandes proyectos exteriores de la década de los 90, el artista Robert Irwin vuelve a sus orígenes. Carmen Gaitán Salinas
Robert Irwin. Way Out West. Galería Elvira González, c/ General Castaños, 3, Madrid. Desde 8/11/2011 al 5/01/2012.
La exposición que presenta la Galería Elvira González muestra, hasta comienzos del próximo año, las últimas obras realizadas por el artista californiano (Long Beach, 1928). La exhibición consta de cinco piezas compuestas de tubos de luz fluorescentes de diferentes colores. A la entrada nos reciben dos piezas –casi gemelas- de colores contrastantes una, y de austeridad grisácea la otra, que nos dan paso a la estancia principal de la galería. Allí, imponente, se localiza la obra de mayores dimensiones. Los tubos recubiertos de una fina película de material sintético (no todas tienen el mismo número de adhesivos) oscilan desde el blanco más iridiscente hasta el negro opaco pasando por los metalizados grises y cian que reflejan la luz desprendida por los cilindros claros.
Las piezas, creadas para este espacio concreto aunque transportables, captan la atención de los sentidos del espectador, no siendo iluminadas sino iluminando el espacio donde éste se encuentra y haciendo del sujeto el centro de la experiencia. Y es que la belleza y lo poético de la obra de Irwin no pasan desapercibidos. En la combinación de los colores naturales y de la simplicidad de las líneas, el artista rememora lo hermoso del mundo y el gusto por la contemplación, lejos de las concepciones intelectuales del minimalismo al que se le ha asociado, volviendo al origen de su obra, pues dichas tonalidades y formas se encontraban ya en las obras pictóricas de comienzos de los sesenta como Jake Leg (1962) o, incluso, Pier I (1960-1961) y en su interés por el paisaje, Two Running Violet V Forms (1983). Así, las obras, acrecentadas por la neutralidad de la galería que tan en cuenta tiene siempre el autor, se magnifican poniendo de manifiesto que no hace falta tener grandes ambiciones en el arte y, en su lugar, piensa “lo que yo digo es: Señor, pero si ya está todo ahí”, mejor “tomarlo como está y que siga rodando”.
La ineludible muestra, tercera en España después de la retrospectiva organizada por el MNCARS en 1995 y la exhibición de Untitled (1967) por el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia en 2010, ofrece, por tanto, una magnífica producción que cierra un círculo. Emerge desde el final de su vida olvidando los megalómanos proyectos de mitad de su trayectoria y se dirige, de nuevo, a la luz, a esos tubos fluorescentes que comenzaron con Slant Light Volume en 1971 para recuperar un concepto que, quizás, nunca ha abandonado, la percepción como algo envolvente.
Ficha del artista: Robert Irwin (California, 1928), artista plástico, se inspiró en las vanguardias históricas; en el expresionismo abstracto, y en ciertos aspectos del minimalismo. En los 70 se interesó por la docencia, la filosofía y el espacio urbano siendo conocido por sus obras de neones y sus intervenciones públicas. Es Doctor honoris causa por el Art Institute de San Francisco y otros. Actualmente vive y trabaja en San Diego (California).

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